EL MAR CANSADO
VIII
Sin brazos
te arrastras hacia mi,
te aposentas
en el rincón donde la
felicidad
cree que espera.
Detrás
de este camino,
sólo hay calimas.
¿Quién me persigue?
Tierra y más tierra,
hasta alcanzar el fuego.
No hay comentarios :
Publicar un comentario