SALA DE ESTAR
A ti
Tu lejanía es acero en mi
saliva,
mi pecho, un eco de susurros volando a ras de tierra.
Pesas como los pecados,
ahora que vigilas las
verticalidad del rezo.
Estoy eternamente
enredada en tus lazos temporales,
pues soy carne verdadera.
Por favor, no frenes mis
anhelos
porque ya no nadaremos
juntos en los mares de coral
donde soñabas.
Fúmate este cigarrillo,
mientras la brisa blande la cortina de nuestro dormitorio.
Ray Caesar
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