lunes, 19 de octubre de 2015

19 

Las piedras tienen pensamientos con costras de arenisca.

Yo que he visto a mujeres masticando el alma de los muros,
y sé que la memoria
descansa en el vientre de la piedra.
Su polvo cubre
la coraza de antiguos caballeros
que señalan con su lanza cauces de soberbia.

La piedra tiene sabor a río,
musgos
y un tiempo sin horas
bajo el arco y sus columnas.

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