sábado, 21 de noviembre de 2015

Emigran

África es una red de polvo
para los pies que huyen.
El  cocodrilo acecha 
y la hiena llora
cada noche en el poblado.

Los hutus vomitan sobre el vientre
de Mobutu sus sueños de  tortuga
y aplanan el secarral implacable
de esta madre,
con un hierro clavado en el oído
y aros de colores colgados de los labios.

Niños colegiales cantan
“Suras” sentados en el suelo,
juegan al fútbol con nidos de oropéndolas
y dan vida a las fotografías.

La hiena sigue llorando en el poblado.

Desde las fuentes del Níger
los caminos llevan a olas de entusiasmo
que fagocitan cuerpos;
a cuchillos
que cortan el mar con carne temporera,
y espaldas que son “dumping”en oferta.

Los niños que se quedan juegan.
La hiena  sigue llorando en los poblados.

Y bajo la arena cuentan cuentos
nuestras caracolas.
John Kenny

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