Dedicado a Rosarito
Era un aroma de café,
Una bandeja de delicados movimientos
Por la cocina,
Una gota brillante y matinal,
Perfecto pétalo sin la mácula del tiempo.
Un tranquilo malestar
Sin quejas ni tristeza
Arrastrando con los dedos las migas del recuerdo.
En el centro de la mesa
Dulce de almendra,
Hojaldres frágiles,
Ingrávidos los sueños,
Pasos silenciosos,
Sorprendente la altura de los nietos
Para tus manos pequeñas
Para tus besos tan maternos.
Blanca, siempre blanca, madreperla.
Hoy te busca Lola en su memoria
Por las calles de esta ciudad de provincia,
Cariñosa y hogareña.
Te busca como si bastara el deseo,
En el café o a mediodía en la fonda.
Éramos ...
Frágiles, ingrávidas,
Y somos sutiles recuerdos.
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