domingo, 25 de octubre de 2015

24. Quema

La tierra quema.
Abrasa el sol la espalda de la piedra,
la duna del desierto,
la leche de los cactus.

Quema el camisón de la serpiente.

No hay amantes,
las olas son desierto,
la lluvia,
hedor en el agua de los ríos.

Mis manos abrasan,
aprietan polvo de gusanos.

El mar se cansa,
entre destellos de luz que nunca cesa,
bebe su espuma
y la grasa y el orín de los metales.

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