El gran día
La
ciudad tiene ojos
de
mendigos conocidos
y
sueños picasianos de palomas.
No
hay huertos
ni
árboles;
sólo
perros que ladran.
Los
ojos que nos miran
callan.
Y
los tejados tranquilamente duermen.
La
ciudad sólo tiene sábanas
de
camas suplicantes
y los vivos celebran su descanso
el
primero de noviembre.
No hay comentarios :
Publicar un comentario